lunes, 8 de agosto de 2016

Quinta parte de "El Método de los Deseos Cumplidos" (Artículo 1)



Nueve palabras con un nuevo significado
El lenguaje no solo describe la realidad, hoy sabemos que la crea. “Cuando las personas hablan entre sí, el mundo se construye”.
Yo también lo creo. Y sé que la palabra tiene el don de crear, lo aprendí cuando estudié Programación Neurolingüística.
El primer asunto en el que deberás poner tu atención es en tu dialogo interno. Las palabras cuentan y mucho, juegan a favor o en contra.
Así que, para cambiar tu realidad, cambia tu diálogo interno, es decir, el modo en que te hablas a ti mismo.
¡Recuerda que eres la persona con quien más vas a “hablar” durante toda tu vida! identifica las palabras y las expresiones negativas, el "vocabulario perdedor”. No puedes permitirte el lujo de mantener diálogos internos negativos (sale carísimo). Simplemente, pulsa el botón "pausa” y detenlo.
Cambia tu vocabulario y cambiará tu vida.
Las palabras son herramientas.
Haz declaraciones en voz alta, impregna de su vibración cada célula de tu cuerpo. Convierte tus afirmaciones positivas en decretos, y tus decretos en "autoprofecías cumplidas”.
Seguramente, ya sabrás que en los libros sagrados leemos: “La palabra se hizo carne”. ¡Qué manera tan metafórica de expresar que las palabras se hacen realidad!
Las personas de éxito utilizan "palabras ganadoras". ¿Eres de esas personas? He escrito este libro, entre otras cosas, para llamar la atención de aquellos que utilizan, sin saberlo, el poder de su propio vocabulario para perjudicarse.
Tus palabras siempre trabajan, a favor o en contra.

Trataré de explicarlo:
Las palabras son combinaciones de sonidos, y cada sonido lleva asociada una vibración. De ese modo, cuando utilizas un vocabulario positivo, tu estado vibracional es elevado. Y viceversa. Las letras son letras; y las palabras, palabras. Sin embargo, cada palabra ha sido pronunciada infinidad de veces por nosotros y otras personas antes de ahora; en consecuencia, llevan adherida una carga emocional concreta. Y el simple hecho de pronunciarlas, activa su vibración tal como sucede con un mantra o palabra de poder. No te gastes en especular porque es así, acéptalo ahora y cuestiónalo en el muy hipotético caso de que te falle.
Ahora piensa, ¿Qué palabras-trampa vas a desechar para recuperar tu poder?
Una de las tareas que suelo proponer a mis clientes de Coaching consiste en revisar el vocabulario y expresiones más frecuentes. Enseguida comprueban como ciertas palabras de baja frecuencia se repiten con increíble regularidad.
Haz dos listas: “palabras ganadoras” y "palabras perdedoras”. Sabrás a qué categoría pertenece cada palabra por la clase de energía que genera en ti. Ahora ¿Qué lista es la más larga?, ¿Comprendes su efecto en el tiempo?
Tengo una palabra mágica; "Abracadabra”, ¿Te resulta familiar? Seguro, la usan los magos. Lo que ya no es tan conocido es su origen (arameo) ni su significado “Mientras hablo voy creando” ¡Es lo que todos hacemos!
He seleccionado nueve palabras en torno a las cuales gravita mi actual vocabulario. Son mis palabras mágicas. Su vibración inspira mis actos y me enfoca hacía mis auténticos deseos. Son mis “palabras de culto”. Su comprensión ha representado para mí una gran diferencia. Sin embargo, confieso que en mi diccionario particular, estas palabras tienen ahora un significado muy distinto al que aprendí en su momento.
Deseo era el origen de todas las desdichas (creía que a los sueños son “pura fantasía”). Pero hay una gran diferencia entre desear (voluntad de hacer lo necesario para conseguir una meta) y codiciar (ansiedad por hacer cualquier casa para conseguir una meta). Cuando la codicia toma el control de un deseo, lo mata; o peor aún: “mata” a quien codicia. Deseo. Si está en tu corazón, alguna razón habrá.
Disciplina era sinónimo de obediencia e imposición. Sé que en realidad significa “ser discípulo de una idea poderosa”, de un pensamiento creativo. Disciplínate. Sé discípulo de tu misión o lo que es lo mismo: entrégate a un propósito para que este te transforme a ti y a tu vida.
Aceptación significaba ceder o renunciar. Para mí, hoy significa dejar de resistir. Es abandonar la posición de negar lo-que-es y abrirme a lo-que-podría-ser. La rendición interna implica confianza en la inteligencia del universo. Acepta. No podrás liberarte sin aceptar antes. Nada transforma tanto una situación como su aceptación para pasar a la siguiente.
Responsabilidad era sinónimo de obligación. Ahora significa; "habilidad para dar una respuesta”. Para mi consiste en aceptar el desafío de crear el futuro a cada instante. Responsabilízate. Adiéstrate en responder desde el ser en lugar de reaccionar desde el ego.
Confianza significaba fe ciega —carente de razón y lógica— y espera pasiva. Hoy significa certeza con total desapego del momento en que ocurran. En realidad, implica una actitud interior muy activa. Confía. Da en todo momento lo mejor de ti —y olvídate del resultado—, y con seguridad éste llegará. Cultiva una actitud desinteresada por tu propio interés.
Compromiso era obligación. Ahora representa el espacio común entre quién soy y lo que expreso; pues no hay ninguna diferencia. Para mí, es la actitud que permite que me alcance mi destino. Un compromiso es un "acuerdo interno” sin reservas. Comprométete. Que no exista diferencia entre quién eres y lo que haces. Estar comprometido o involucrado es muy diferente. Si solo te involucras, cuando las cosas se compliquen, abandonarás.
Pasión significaba ímpetu y arrebato. En la actualidad, representa amar las causas y disfrutar con entusiasmo del proceso que conduce a los efectos. La pasión desapegada es la clase de impulso que conduce a la cima. Apasiónate. La pasión es el combustible que consigue que el trabajo no te canse y que los obstáculos no te detengan.
Imaginación era lo irreal. Hoy la imaginación es el puente que me conduce desde mi realidad actual a mi realidad deseada. Imagina. Ejercita la visualización y la formulación de preguntas poderosas que exciten y fecunden tu imaginación.
Fluir significaba dejarse llevar y renunciar al control. Ahora me recuerda que hay momentos en los que es preciso hacer y en otros basta con ser. Todo se reduce a una danza entre la acción interna y la acción externa. Fluye. Actúa según el ritmo del momento. Haz como el bambú, que con su no-oposición resiste la fuerza del viento. Lo flexible no puede romperse.
Recapitulando:
1.   Deseo ante la codicia.
2.   Disciplina ante la desidia.
3.   Aceptación ante la resistencia.
4.   Responsabilidad ante la reacción.
5.   Confianza ante la impaciencia.
6.   Compromiso ante las excusas.
7.   Pasión ante la apatía.
8.   Imaginación ante la repetición.
9.   Fluir ante la resistencia.

No abandones tu propósito y él no te abandonaré a ti
Muchas personas se olvidan de soñar. Es una triste verdad. Se niegan lo que más anhelan. Desisten de su destino después de tacharlo de "imposible”. Renuncian a “inventar” un futuro deseado y aceptan un futuro previsible.
Si este es tu caso, este libro te mostrará que no hemos venido al planeta para sobrevivir nada más, sino para hacer visible lo invisible. O tal como lo expresa el famoso endocrinólogo ayurvédico Deepak Chopra: “Para crear el mundo en todo momento”.
Este libro está dedicado a crear vidas extraordinarias.
Pero, vayamos a los números.
Según las estadísticas, 80% de los emprendedores abandona tras el primer intento. Y casi el 100% desiste después del segundo intento... Eso no es precisamente un ejemplo de perseverancia y determinación que se diga. Dos intentos, uno... o ninguno. Y en eso queda todo.
Debes haber oído que los abandonos prematuros son la mayor causa de fracaso. En mi experiencia he aprendido que para atravesar la puerta correcta antes hay que llamar a muchas puertas equivocadas. ¿Es justo? ¿Es injusto? ¡Así es la vida! Te pondré un ejemplo: cuando fundé el CEHUPNL con el propósito de enseñar la Programación Neurolingüística como herramienta para el desarrollo humano y empresarial. Toqué cientos de puertas equivocadas durante 4 años. Fue duro pero yo estaba dispuesto a aceptar centenares de negativas si era preciso. A lo que no estaba dispuesto era a renunciar a pesar de todo.
Quienes abandonan prematuramente, algún día se preguntan afligidos en qué se les fue la vida. Finalmente, descubren que lo peor de su vida es lo que no intentaron. Triste. Y entonces concluyen que la vida es muy corta como para vivirla sin pasión. ¿Es tarde? Nunca lo es. Pero responde tú mismo a esta pregunta después de meditar la siguiente cita de Zig Ziglar, motivador de motivadores: “No importa lo viejo que seas, eres más joven de lo que nunca serás”.
Tomas Alva Edison, el mayor inventor de todos los tiempos, constituye un ejemplo de lo que se puede conseguir con tesón. Hasta la fecha nadie le ha superado en número de patentes. Entre otros inventos, desarrolló la pila eléctrica después de unos cincuenta mil ensayos. Otros muchos inventos suyos se perfeccionaron tras una cifra de pruebas parecida pero esto nunca fue para él una causa de desánimo. Lo que otros llaman fracaso él lo calificaba "resultado no deseado”.
Las oportunidades para abandonar abundan, las excusas también: no tengo tiempo, no es el momento, es difícil, no puedo, etc. Son señales de "debilidad mental”. Si alguno de esos pensamientos trampa o grilletes mentales te paraliza, ten a la mano el remedio: crea la visión del logro (en especial, en los peores momentos).
Si me permites la observación, te diré que cuando más abandonos adviertas a tu alrededor, más cerca estarás de la cima.
Es un síndrome bien documentado. Déjame ponerte un ejemplo de “El síndrome de la otra orilla” o “El síndrome de la cima”. Personas que a unos pocos metros de la otra orilla, o de la cumbre, envuelto en la niebla o una nube perdieron de vista su objetivo. Y entonces sin el estímulo visual, se vienen abajo y abandonan… ¡A unos pocos metros de su objetivo!
Antídoto: cuando sientas la tentación de abandonar, pregúntate si no estarás renunciando demasiado pronto. Concédete un día más, un kilómetro adicional, un nuevo intento, un esfuerzo extra.

Si un sueño habita tu corazón es porque eres capaz de hacerlo realidad. Fue puesto en tu corazón por algún motivo. Te fue otorgado; y al aceptarlo, concedido de antemano. Lo que buscas te busca. Lo que amas te ama. Encontrarlo te transformará profundamente y elevará tu vida a un nivel nunca antes conocido.

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