viernes, 4 de marzo de 2016

Tercera parte de "El Método de los Deseos Cumplidos" (Artículo 5)



El poder de la mente enfocada
Imagina que encuentras una cámara digital en la calle. No sabes a quién pertenece ni qué hacer con ella. Piensas entonces que entregarla a objetos perdidos es una buena idea; pero antes de hacerlo, deseas averiguar alguna cosa sobre su propietario y examinas las fotos en la memoria de la cámara. Por las imágenes que aparecen en la pantalla descubres qué fotografió su propietario antes de perderla.
Ahora imagina que tu mente es una cámara fotográfica. Y que, en lugar de hacer fotos en dos dimensiones, hace algo mucho más complejo: crea experiencias en tres dimensiones y además lo hace ahí afuera, ¡En la realidad! ¿Te imaginas un mundo en donde el foco de atención mental impresiona la realidad?
Siguiendo el símil de la cámara digital, cada día examino las “fotos” de la “cámara” de mis clientes. ¿Cómo? Respuestas: simplemente examinando su realidad puedo hacerme una idea de sus patrones de pensamiento y de su foco de atención. Algunas personas, aunque no todas, se engañan a sí mismas (o al menos no se dicen toda la verdad); y podrían llevarme también a engañarme a mí mismo, sino fuera porque siempre tengo más en cuenta la realidad de una persona que lo que cuenta de ella.
Su realidad habla tan fuerte que no oigo lo que dice.
El foco de atención es aquello en lo que una persona pone su tiempo y energía. En lo que enfoca es lo que finalmente impregnará su realidad.
Cuando sostienes en tu mente una visión enfocada la mayor parte del día, de la semana, del mes o del año... es prácticamente imposible que no termines viéndola en la realidad. Créelo.
Puedes mejorar todo lo que consigues en tu vida si diriges tu mente hacía tu punto de enfoque deseado. Cualquier cosa en la que concentres tu atención aumentará; si la retiras, disminuirá. Por eso es muy importante poner tu atención en lo que deseas y no en lo que no deseas.
Atraes aquello en lo que piensas porque se convierte en tu foco.
Esta es la tarea de la tercera jornada: cada mañana, después de despertar, enfoca tu atención en la clase de día que quieres vivir. Agradécelo como si lo hubieras esperado durante toda tu vida. Después, levántate y créalo.

Pensamientos magnéticos
Lo igual y semejante se atraen. Todo pensamiento es magnético, emite su propia energía. No unos si —lo que deseas— y otros no —lo que rechazas—. Todos significa todos, la ley de la atracción funciona por inclusión, no por exclusión.
Desde que Earl Nightingale dijo: “Te conviertes en aquello que piensas”, no he dejado ni un día de alimentar mi mente con pensamientos de calidad. En ese aspecto, me aplico una dieta mental saludable. Recuerda estas seis palabras:
Te—conviertes—en—aquello—que—piensas.

Si utilizas palabras elevadas, elevarás tu vibración y la de lo que atraes a tu experiencia. Usar palabras positivas te une a las mentes positivas que usan esas mismas palabras. Y a la inversa, pensamientos negativos conectan con otros pensadores negativos porque concuerdan en su baja emisión.
Esta es una idea de verdadero impacto que recuerdo haber leído en algún lugar: “Si el hombre pudiera desear algo sin preocuparse, este deseo se cumpliría al instante”, Creo que en este momento evolutivo hay una brecha —que se está reduciendo con rapidez— entre el momento de la formulación de un deseo y su manifestación.
Como todo en la vida, se puede aprender a desear.
Para empezar, el “deseo creativo” no abriga la ausencia de lo deseado. Lo que aquí se dice es que pensar en lo que se echa de menos impide conseguirlo. Es el "deseo obstructivo”, al que estamos tan acostumbrados (incluye la presuposición de una carencia).
El "deseo creativo” no se centra en la ausencia, sino en una realidad potencial. Es un estado mental de confianza que no puede establecerse sin antes aceptar por completo que no hay nada que no puedas ser, hacer o tener. Nadie puede conseguir menos de lo que podría sin su propio consentimiento. W Goethe dijo: “Para tener más, primero debes ser más”. Y no al revés. Él lo sabía, muchos ya lo sabemos y ahora lo sabes tú.
Todo lo que consigues es consecuencia de tu forma de pensar.

De la misma manera que una flor no hace primavera, un pensamiento aislado no es significativo. Una idea feliz, una inspiración espontánea, un deseo fugaz, poco consiguen si no se convierten en un hábito mental. Sin embargo, un pensamiento dominante puede transformar tu vida. Y de hecho lo hace. Aunque la mayoría de las personas no cambian sus hábitos mentales porque no son disciplinadas: no insisten en modificar sus pensamientos negativos recurrentes.
Debes haber oído que un pensamiento se sustituye por otro pensamiento, no por el deseo de librarse de él. Cierto. Pero ¿Cuánto tiempo toma? Depende. En promedio, unas tres semanas, que es, más o menos, el tiempo que tarda el caudal sanguíneo en renovarse y en impregnar todo el organismo de la vibración del nuevo pensamiento.
Si estás interesado en conocer a fondo la Ley de la Atracción, te recomiendo leer el libro “Pide y se te dará” de Esther y Jerry Hicks o El Secreto (editorial Urano).

Tres preguntas que pueden cambiar tu vida:
1.       ¿Qué pensamientos me retienen y me bloquean?
2.       ¿Hasta dónde estoy dispuesto a llegar en esto?
3.       ¿A qué nivel estaría orgulloso?

Tres tareas para la acción inmediata:
1.   Anota todos tus talentos, competencias y habilidades, estén en desarrollo o no. Todos disponemos de un arsenal de talento sin explotar. Evita descartar un talento por obvio que parezca. Lo que para ti no supone un esfuerzo y carece de valor, para los demás tal vez sea un auténtico milagro. Pregunta a la gente que te conoce en qué posees cierta habilidad. Qué actividad o tarea se te da bien en especial. Como se trata de algo sencillo para ti, y no le atribuyes ningún valor, te sorprenderá su respuesta.
2.   Junto a la lista con tus talentos naturales, anota al lado otra relación con las cosas que te gustaría hacer. Ahora añade una tercera columna con cómo mejorará la vida de los demás. Por último, relaciona los elementos de cada columna con una flecha. Busca el espacio común entre las tres columnas (aquello que te gustaría hacer, que es de utilidad y que refleja tus talentos).
3.   Construye un collage de imágenes, tu “Mapa del Tesoro”. Recorta y pega en un panel las fotos que representan tu sueño. No importa que tomes imágenes prestadas de revistas y catálogos o si las retocas y editas. Elige una imagen como símbolo de cada una de tus metas y pégalas en el collage. Añade tu imagen en el centro y acompáñala de todo lo que te inspire y deseas que forme parte de tu vida. Si usas una computadora, tu "Mapa del Tesoro” puede convertirse en tu pantalla del escritorio.

Una idea para resumir:

Más que tu talento, lo que está a prueba es tu determinación y compromiso a toda prueba. El talento no es tan decisivo como la persistencia. Recuerda que el equivalente de la confianza, y la paciencia infinita produce resultados inmediatos. Hasta el próximo lunes.

Tercera parte de "El Método de los Deseos Cumplidos" (Artículo 4)


Elegido por un sueño
¿Elegiste tu sueño o fuiste elegido por él? ¿Elegiste leer este artículo o fue “él” quien te eligió a ti? ¿Aun crees que es una casualidad que esté en tus manos?
Muchas veces, las personas se consuelan pensando que los sueños, sueños son; y que está bien que así sea. Y algún día, con el paso del tiempo, se sorprenden preguntándose: ¿Es esto todo lo que hay? No permitas que eso ocurra contigo.
Pero hay más.
Ponte metas realmente grandes, apunta a las estrellas, al centro de la galaxia. Si no llegas, tal vez alcances la Luna. Tampoco está mal. ¡Ponte un reto duro!
Por alto que apuntes, el tamaño de lo que te propongas nunca excederá tus posibilidades reales. Si te consideran un loco, el tamaño de tu sueño es el apropiado. Vas por buen camino. Tómatelo como un cumplido pero no trates de convencer a nadie, la única persona que debe estar convencida eres tú. Eres amado, muy amado. El hecho de haber nacido es la prueba de lo muy amado que eres.
Los sueños se alcanzan a base de autoconfianza, empuje, compromiso y perseverancia, no de reconocimiento.

Puedes establecer una escala en el nivel de consecución que vaya desde el “mínimo aceptable” hasta lo que sería un "resultado de escándalo”.
Un rango bastante amplio.
Toma nota: cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le entrega un sueño. En la naturaleza humana está el soñar despierto; y el soñador se convierte en su propio sueño cuando lo abraza, se funde en él... y entonces son una misma realidad. Con estas palabras solo deseo provocar tu mente a imaginar, imaginar, imaginar...
Descubre quién eres honrando lo que iluminaría tu vida como ninguna otra cosa. Deepak Chopra, escribió; “¿Quién soy?, eres la totalidad del universo actuando a través de un sistema nervioso. ¿De dónde vengo?, vienes de una fuente que nunca ha nacido y que nunca desaparecerá. ¿Para qué estoy aquí?, para crear el mundo a cada momento”. Vale la pena volver a leerlo.
Y si no estuviéramos aquí, en este preciso instante, una parte de él se desvanecería como si nunca hubiese existido. No es una metáfora.

Da prioridad a lo importante
Algunos se quejan de que lo urgente les impide ocuparse de lo importante. En su equipaje acomodan primero los "bultos pequeños” y cuando tratan de colocar la “gran maleta” se dan cuenta que no queda espacio. ¿Por qué no dieron prioridad a lo importante? Esta situación se repite tantas veces que parece inevitable y se acepta sin más.
¿Cuál es tu gran maleta?
Los arquitectos de sus sueños empiezan por lo primero y se ocupan de lo importante.
Pero:
Cuando se pierden en lo urgente, son bomberos de sus incendios. Al final, apagan muchos fuegos pero no habrán prendido la hoguera de la pasión. Tal vez se sienten valorados aunque en el fondo no se sienten valiosos.
Este es mi pequeño secreto para gestionar las urgencias. Discrimina preguntándote: ¿Esto me aleja o me acerca a mi objetivo? Déjalo reposar unos días en el cajón. Es curioso. Tras un poco de tiempo, verás como la prisa se disuelve, el mundo no arde y todos lo olvidan.
Usa, antes que la experiencia, tu imaginación para definir qué quieres. Ponte en marcha y pregúntate: ¿Cómo puedo disfrutar y a la vez hacerlo real? Y después, no te detengas, persevera. Ten paciencia y sigue insistiendo hasta que suceda. ¿Hay algo mejor que puedas hacer con tu vida? La perseverancia compensa cualquier tipo de carencia. “Las grandes obras son hechas no con la fuerza, sino con la perseverancia”. Una idea muy democrática porque pone el éxito personal al alcance de todos.

Talento aplicado
Todos tenemos un talento u otro. Y todos podemos ofrecer a los demás algo útil y valioso en algún aspecto concreto. Pero no todos están dispuestos a pagar el precio de desarrollarlo. ¿Puedes creerlo?
Si estás dispuesto a pagar tus precios, vamos a ver cuál es tu talento natural. Es una buena oportunidad para averiguar quién eres y de qué material estás hecho. Si no estás dispuesto a pagar tus precios, tal vez debas leer otros libros antes de este material.
Resulta que las cualidades que admiras en otras personas son el reflejo de tu propio talento que busca el modo de expresarse a través de ti.
¿Cómo sino ibas a reconocer una cualidad en otra persona? Si puedes apreciar en los demás un rasgo es porque lo posees también. De no ser así, no podrías siquiera verlo. Otro asunto es que la hayas desarrollado o no.
¿Eres consciente de tus habilidades? Escucha a tu corazón, pregúntale qué le hace sonreír. Sé un “explorador” en tu propia vida. Después, desarrolla tu talento singular. Es algo que te resulta tan sencillo que supones que también lo es para todo el mundo. Pero que te resulte sumamente sencillo no significa que carezca de valor.
Pregúntate qué te hace feliz. Revélate a ti mismo, pasa una jornada explorando los deseos de tu corazón. En tu corazón habita un sueño.
Late en él. Averigua cual es. Despréndete de tus temores para ver qué hay detrás y cuando te alinees con tu propósito, brillaras con luz propia.
“No intentes convertirte en hombre exitoso, mejor intenta volverte un hombre valioso”. No es mío, es de Albert Einstein.
Desata el poder de tus dones. Ya sé, me estoy poniendo filosófico; aun así, desátalo.
Por desgracia, “Llegar a ser bueno en algo” es la asignatura que más se echa de menos en los planes educativos. Tengo una pregunta que puede quitarte el sueño: ¿Hasta qué punto quieres ser bueno?
Tu don natural es un regalo tanto para ti como para los demás y por esa razón te fue otorgado. Eres la única persona que puede utilizar tu talento. Pero sólo una de las muchas que pueden beneficiarse de él. Cuanto más te aplicas a él, más se perfecciona. Incluso despierta en ti otros talentos relacionados a los que tal vez antes no prestabas atención. Por desgracia, lo contrario también es cierto: cuando menos lo usas más se pierde.
La que amas es aquello para lo que tienes talento. A eso se reduce todo.

Te haré una confesión, yo era de los que creían que el talento está en los genes, hasta que cambié de opinión. Las habilidades nunca están "terminadas”, se desarrollan a diario. Por esa razón, un don se expresa cuando te centras en trabajar en él, no antes. El talento es un regalo que tú mismo te ofreces cuando creas lo que desea ser creado a través de ti.
El talento ayuda, pero la determinación consigue más. Quiero que sepas que los sueños no se construyen a partir de un golpe de genialidad, sino a fuerza de corazón. Y eso es algo que todos tenemos. La materia prima de la que están hechos los sueños es amor en acción, y está a disposición de cualquiera de modo ilimitado.
Déjame ponerlo claro: el éxito es para los que están dispuestos a hacer lo necesario, aplicando su poco o mucho talento, durante el tiempo que haga falta. Punto.
No temas prodigarte, no es a ti a quien corresponde administrar tu talento. De allí de donde proviene, no existe nada parecido a la escasez.
Si lo dosificas, no lo ahorras; más bien desaprovechas una oportunidad para extenderlo.
Los cinco pasos (y medio) que siguen te ayudaran a tomar posesión de tu talento particular:
1.     Piensa en alguien que admires por su talento.
2.     Acepta que ese talento ya está en ti (si no, no le concederías ningún valor).
3.     Recuerda una ocasión en la que expresaste ese mismo rasgo (aunque sea en grado menor).
4.     Elije un contexto para volver a manifestarlo de nuevo.
5.     Ponlo al servicio de los demás y oriéntalo a mejorar sus vidas.
½   Disfruta (y los demás también disfrutarán).

No juzgues el primer resultado, el talento se perfecciona día a día. Se toma su tiempo. Así es como ha ocurrido en el cien por cien de las personas que admiras por sus logros. Cuando empezaron, sus resultados estaban muy por debajo de lo esperado; pero insistieron y sacaron su talento adelante.  Hazlo tú y te convencerás.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Tercera parte de “El Método de los Deseos Cumplidos” (Artículo 3)


¿Involucrarse o comprometerse?: la gran diferencia
Algunas personas están involucradas en su propia vida pero no están comprometidas con ella. Hay una gran diferencia. La persona promedio cree que sus experiencias se deben al azar. Piensa que las cosas simplemente suceden y que lo único que puede hacer es reaccionar de la mejor manera posible. Es el actor pero no el director de su propia obra. Cree en el destino, la suerte, o tal vez en el karma, ignora que ella es su propio destino.
Estoy seguro de que eres consciente que la palabra “compromiso” es muy rara en nuestros días. Brilla por su ausencia en muchos vocabularios.
Pero a mí me encantan estas dos palabras: compromiso total. El significado espiritual que le doy a esta palabra es “acuerdo”. Y cuando el alma establece un acuerdo con el universo, éste cumple con su parte.
Si llega el día en que tu corazón no esté al cien por ciento en lo que haces, quizá ha llegado el momento de preguntarte si pones tu tiempo y energía donde no debes.
Las personas que no consiguen sus metas, no es por falta de talento, sino por su bajo nivel de compromiso. Las personas que no se comprometen tienen problemas.
Analogía: el nivel de compromiso marca la diferencia entre avanzar a la velocidad de un Ferrari o a la del viejo “vochito”.
Lo que he comprobado es que las personas comprometidas piensan de un modo diferente que las personas involucradas. Estas son algunas de la referencias en los patrones mentales que ambos grupos de personas manejan:
       Las personas comprometidas nunca se sienten víctimas; las involucradas siempre se sienten responsables.
       Las personas comprometidas aprenden constantemente. Las involucradas creen que ya saben cuánto hay que saber.
       Las personas comprometidas no participan en el "juego de la culpa” en el que las involucradas son auténticas profesionales.
       Las personas comprometidas sacan fuerza de su compromiso. Las involucradas necesitan motivación externa constante.
       Las personas comprometidas viven satisfechas. Las involucradas están tan insatisfechas que necesitan muchas compensaciones.
       Las personas comprometidas se centran en qué ofrecen. Las involucradas se centran en qué obtienen.
       Las personas comprometidas avanzan por encima de sus dificultades. Las involucradas se detienen ante el mínimo inconveniente.
       Las personas comprometidas generan soluciones; las involucradas, problemas.
       Las personas comprometidas creen en lo que creen. Las involucradas buscan confirmación de lo que les gustaría creer.
       Las personas comprometidas se relacionan con personas también comprometidas. Las involucradas se mezclan con personas igualmente desmotivadas para poder quejarse.
       Las personas comprometidas actúan antes de descubrir cómo conseguir lo que desean. Las personas involucradas aguardan a conocer todos los “como” antes de empezar.
       Las personas comprometidas nunca utilizan palabras absurdas como; “difícil” o "fácil”. Las involucradas usan esas etiquetas y eligen siempre lo “fácil”.
       Las personas comprometidas piensan en grande y actúan en consecuencia. Las involucradas piensan en pequeño y actúan con insuficiencia.
       Las personas comprometidas buscan el logro y se dirigen a él. Las involucradas evitan la pérdida y huyen de ella.
En definitiva, piensan de un modo diferente, saben cosas distintas y actúan a otro nivel. No es de extrañar que sus resultados difieran enormemente.

El logro interior
El concepto de "juego interno” es una de las enseñanzas más valiosas que he recibido mientras trabajaba en construir mi propio sueño. Con ese nombre o con otro, de manera consciente o no, es un concepto manejado por deportistas de elite, empresarios de éxito, artistas de talento y personas altamente efectivas en su vida y profesión.
Por extraño que parezca, algunas personas se derrotan a sí mismas. Y los entrenadores deportivos saben que las derrotas se producen en "el juego interior”.
El concepto de "juego interno” fue acuñado por Timothy Gallwey. Como buen entrenador, él sabía que el logro interior es previo a la consecución de la meta, no solo en el ámbito deportivo, sino también en el personal y profesional.
Cuando asistimos a una competencia deportiva, en realidad estamos presenciando dos juegos: consigo mismo —lo libra cada participante en su interior —y con él oponente— se refleja en el marcador—. Los deportistas saben que para subir al podio, es preciso ganar antes “el juego interno” – (suele ser el más duro). Es lo que se conoce como en el mundo del deporte como desarrollar “mentalidad ganadora”. Hoy los deportistas de alto rendimiento se apoyan en los psicólogos para crear una mentalidad ganadora.
Nadie concibe un equipo o un deportista sin entrenador. Sin embargo a nivel personal, pocas personas solicitan la ayuda de un Coach profesional, aun tratándose un asunto mucho más imponente.
Cuando elijas tu Coach sé selectivo. Examina su calificación no en base a sus títulos, certificados y diplomas, sino en función de su nivel de excelencia en su sector. ¿Contratarías a un fracasado para ayudarte a conseguir el éxito?, ¿Y a una persona arruinada para planificar tus finanzas? Por supuesto que no: buscarías a alguien que fuera rematadamente bueno.
Mi sugerencia: antes de elegir tu Coach, tu mentor o tu terapeuta, indaga, escucha qué dice su entorno: la realidad nunca engaña, Parece obvio, pero pocas veces se hacen las mínimas averiguaciones de las personas en las que se deposita la confianza. En más de una ocasión, algún cliente me ha confesado que un terapeuta al que acudió en busca de ayuda se puso a llorar durante una sesión al contarle sus desgracias personales; simplemente no era un ejemplo de sus propias palabras.

Sobran los comentarios. 

martes, 1 de marzo de 2016

Tercera parte de “El Método de los Deseos Cumplidos” (Artículo 2)


¿Cuáles son tus miedos?
Permíteme contarte algo que aprendí cuando obtuve mi licencia de manejo. Recuerdo que tras el examen teórico, el evaluador me preguntó si había tenido dudas. La pregunta parecía absurda pero como él era muy experimentado, tomé en serio su pregunta y tras reflexionar, respondí con un categórico “si”. “¿Las resolviste?”, me pregunto. Mi respuesta volvió a ser afirmativa. Algunas otras personas indicaron que no habían dudado. A estos últimos les informo de modo tajante que al parecer no pasarían la prueba. Ni siquiera comprobó sus respuestas. Como resolví mis dudas, lo aprobé.  Los demás, reprobaron.
La lección que aprendí es: dudar es un síntoma de inteligencia; seguir avanzando, a pesar de las dudas, es un síntoma de sabiduría.
Sea cual sea el reto, no podemos contar con la seguridad absoluta, y negar la duda solo puede empeorar las cosas. Aquellos que no aceptan la posibilidad de equivocarse incluso se equivocan más. Hay estudios sobre eso. Las opiniones "cien por ciento seguras” tienen un margen de error del 15 %.
Lo que sigue es una técnica para “ver” tu pensamiento. En los años sesenta, Tony Buzan desarrollo el concepto de “Mapa Mental”, que es una representación visual, esquemática, global y sintética del pensamiento.
Los mapas mentales son ideales para pensar. Y muy útiles en los procesos de desarrollo de nuevos proyectos, en el estudio, la memorización y para la solución de problemas. Permiten ver globalmente, y lo que es todavía mejor: obtener ideas a partir de ideas.
En mi opinión, ningún estudiante debería permitirse el lujo de prescindir de esta poderosa herramienta. Estoy convencido de que yo mismo habría mejorado mi calificación media en la universidad de haberla conocido y usado entonces.
¿Deseas experimentar con tu primer Mapa Mental? Vamos allá.
Coge una hoja de papel, colócala en horizontal y en el centro escribe la palabra que sintetice tu tema. Por ejemplo, “mis miedos”, Ahora rodéala con un circulo, ya tienes un tema en el que trabajar. Desde ese foco de atención, irradia flechas con todo lo que te surja. Usa colores, imágenes, palabras clave...
Cuando tengas identificados todos tus miedos, obtendrás una visión global de la cuestión. ¿Puedes comprender el efecto que causan en tu vida?
Bien, ahora es el momento de cuestionarlos uno por uno. ¿Deseas mandar todo eso al "museo de las viejas creencias y limitaciones”? Cuestiona lo anotado con cuatro preguntas poderosas:
1.     ¿Es completamente cierto?
2.     ¿Cómo sé que es cierto?
3.     ¿Cómo es mi vida con esa creencia?
4.     ¿Cómo sería mi vida sin esa creencia?
Un mapa y cuatro preguntas. Te acabo de ofrecer las mejores herramientas que conozco. Con eso basta para comprender el pensamiento. Aunque la comprensión por sí misma no implica cambios. Si de verdad quieres cambios en tu realidad, actúa.

Miedo al éxito
Con frecuencia los humanos negamos aquello que posee el don de la transformación y constituye nuestro mayor bien. Se me ocurre una razón para semejante paradoja. Y se resume en la creencia de que el éxito puede estropearte como persona. Si te ha pasado alguna vez por la cabeza, convendría diferenciar qué entiendes por popularidad. Y qué por el éxito. Conozco a muchas personas de éxito en su campo, que se mantienen en el anonimato absoluto. Ni el dinero, ni el éxito estropean a nadie, tan sólo amplifican los rasgos que ya estaban en cada uno.
Profundicemos.
Las mayores motivaciones de las personas se pueden resumir en dos estrategias: el deseo de ganar y el temor a perder. ¿Tu motivación está enfocada en lo que deseas evitar o en lo que quieres lograr? Si tus pensamientos se centran en la preocupación, el pesimismo y el temor, no importa cuántos libros de motivación leas, nada bueno puede ocurrir. No conozco ninguna persona de éxito en su campo que sostenga actitudes negativas o se centre en lo que no quiere.
Hace mucho, yo era de los que creían que si no me preocupaba lo bastante por algo, no ocurriría. Ignoraba la ley de resonancia cuyo poder hace que las vibraciones semejantes se atraigan. La preocupación atrae situaciones preocupantes. Concluí que los pensamientos negativos son un lujo que no puedo permitirme.
¡Entra en el sueño de tu vida! Despierta a tu mayor sueño. Las personas que se atreven a vivir por un sueño tocarán el corazón de otros en su círculo de influencia. Depositarán en los corazones de otros una semilla que les inspirará, a su vez, a trabajar en sus propios sueños. Mostrarán que es posible, y entonces ¡el resto sabrá que también puede hacerlo!
¿Miedo al éxito? El miedo al éxito es equivalente al amor al fracaso. Mi mayor miedo consistiría en descubrir algún día que nunca he vivido. O como dice J. Jaworski (autor de Sincronicidad): “La gente no tiene miedo a morir; tiene miedo a no haber vivido, a no haber considerado el más alto propósito de su vida”.

Las personas que saben quiénes son, no le temen a nada. Pero cuando se olvidan de su potencial ilimitado sufren por todos y cada uno de sus miedos. La siguiente cita del doctor Wayne W Dyer, de su libro “Inspiración”: encuentra tu verdadera esencia, es un contundente recordatorio de quiénes somos: “Vive unido al espíritu. Procedes del mundo espiritual, y para estar inspirado debes parecerte más a aquello de lo que procedes. Debes vivir de tal manera que te asemejes más a Dios”. Solo por escribir esto, he admirado a Wayne Dyer, seremos “amigos” para toda la vida.