miércoles, 9 de mayo de 2012

El verdadero amor

Ya era muy tarde, el gran Maestro llevaba varios días encerrado en su taller, sin duda estaba invirtiendo mucho tiempo en su nueva creación.
Uno de sus arcángeles estaba preocupado, sin pensarlo más decidió entrar:
- Maestro, lleva varias lunas aquí, necesita descansar, tal vez mañana este más fresco y pueda terminar...
- Espera, acércate, ya casi termino, necesito tu opinión. Como puedes darte cuenta la criatura casi está terminada, esta será mi obra maestra y pienso que será también de gran utilidad para el desarrollo normal de las demás, ¿Qué te parece?
- Es sin duda bonita pero... tal vez demasiado frágil no cree Maestro… ¿Será durable?
- De eso se trata precisamente, de que no sea muy aparatosa que sea económica y además durable, es más resistente que las criaturas que me ayudaste a terminar el mes pasado, ¿recuerdas?
- ¿Se refiere a aquellas que resistirán físicamente cualquier inclemencia del tiempo y serán fuertes como los robles aun frente a las circunstancias adversas del tiempo?
- Sí, esas mismas ¿Cómo las llamamos?
- Vikingos Señor.
- Ah sí, y esta criatura será igual de resistente, pero de menos peso y más sencilla, su piel será suave como la mano que acaricia, pero hecha a la vez para trabajar y soportar el paso del tiempo.
- Perdón Maestro, ¿Y tanta tecnología para qué?
- He pensado en encomendar a ella la más importante de las tareas: Guiar y dirigir a las demás criaturas de mi creación, ella me ayudará a terminar la obra que ya empecé, cuidará, educará y llevará a su término excelentes seres humanos que a su debido tiempo aumentarán mi legión de ángeles en el cielo.
- Maestro, ¿Pero no se le hace que es demasiado trabajo para un ser tan aparentemente débil y delicado?
- No, la he dotado de dos micro chips que les he llamado "instinto" y "sexto sentido", con ellos se le hará más sencilla la tarea. Con el primero amarán sin condiciones y de la misma forma como yo lo haría, puede decirse que las penas de otros las harán suyas, y el sufrimiento que conlleva cualquier entrega que no espera nada a cambio se verá con ello amortiguado. Con el segundo, sabrán guiar y distinguir con más precisión que otros, lo que es bueno y lo que es malo; ten presente que los peligros a los que estará expuesta serán muchos, pero si sabe utilizar este pequeño aditamento saldrá victoriosa la mayoría de las veces.
- Maestro, ¡Tanta novedad! no será caro su mantenimiento.
- No, de hecho se alimentará de lo que queda, de lo que dejen los demás, su gran amor la hará no afectar su rendimiento, te repito, ¡Es muy resistente!, a veces se olvidará de ella misma y de sus enfermedades con tal de cumplir su tarea, no dormirá lo suficiente y sus manos continuamente serán las que reflejen las huellas del trabajo y del cansancio, pero ella las ocultará, como ocultará también las penas que provoquen el desamor y la ingratitud, porque siempre estará dispuesta para perdonar y amar.
- Espere Maestro, ¡Vi algo! ¿De sus ojos salió agua?
- Ah sí, ya lo había notado, lo hace continuamente, y hasta ahora es lo que me está llevando más tiempo componer, aunque he decidido dejar que escape un poco de este líquido de vez en cuando. He notado que cuando eso sucede su mente acude a la mía como en oración, para pedirme alguna que otra de mis gracias como aceptación, perdón, dirección y apoyo, a mí me complace, creo que a esta virtud la llamaré "Humildad".
- Y el agua maestro, ¿Ya la probó? ¿Es tan cristalina y dulce como la de los lagos?
- No, de hecho es muy salada, en señal de que su dolor será tan inmenso como el agua del mar, pero a la vez, tan valioso a mis ojos como las perlas que ahí podemos encontrar, por lo que estoy pensando en cómo nombrar a esta nuevas joyas… tal vez "Lágrimas".
- Ya veo Maestro el motivo de su tardanza, no creo que haya entre todas las criaturas de su creación ninguna tan especial como esta, ¿Ha pensado en algún nombre?
- Sí, he pensado uno: Se llamará "Mamá".

Gracias a todos esos seres sagrados que nos dieron vida, que durante 9 meses nos dieron alojo en su cuerpo, que han sacrificado lo indecible  porque cada uno de sus hijos, tenga lo mejor que a su alcance puede dar.
Gracias a esas maravillosas personas que darían hasta su vida, por evitar el sufrimiento de nosotros sus hijos.
ETERNAMENTE
¡GRACIAS MAMÁ!

domingo, 6 de mayo de 2012

¿Qué harías si no tuvieras miedo?


Esta interesante pregunta que le hace una de las personitas que vivían en el laberinto en la historia ‘¿Quién movió mi queso?’, nos lleva a meditar en el tema de los miedos que acompañan al individuo a lo largo de su vida.



A  veces  no   acorazamos   bajo  una   dura  corteza   llamada personalidad y que nos hace parecer valientes y hasta osados, cuando en  nuestro interior  podemos  estar forcejeando  con miedos y estructuras mentales muy  arraigadas que  nos llevan a tomar decisiones desacertadas.


Esta pregunta se torna tan interesante precisamente porque es una pregunta de coaching que en el contexto adecuado, debería llevar al interpelado a analizar eso que en su interior lo hace dudar, eso que relaciona con conceptos preestablecidos y eventualmente inadecuados. 

Este es precisamente el propósito del coaching como disciplina, ayudar al entrenado a ver aquello que le está entorpeciendo su mejor juicio, el desempeño adecuado en su gestión y que ralentiza sus decisiones y procesos organizacionales, pero más allá de ayudarle a verlo, lo ideal es llegar a acompañarlo en ese aprendizaje que se requiere para ver resultados en tiempos cortos. 

Es allí donde el coach y el proceso de coaching cobran mayor valor, puesto que no basta con conocer el problema, sino llevarlo en un franco camino de empoderamiento y control.En una de las sesiones del diplomado, uno de mis entrenados me preguntaba: “¿Por qué hay cosas tan obvias y tan sencillas que no somos capaces de ver por nosotros mismos?”.Yo le mencionaba lo de los argumentos de vida y posiciones que adoptamos hacia la vida y que nos llevan como el burrito, siempre por el camino conocido y mucho más transitado… aprendemos a hacer las cosas, a tomar las decisiones y a hacer acuerdos que muchas veces ni siquiera consideramos nuevas opciones, precisamente porque nos sabemos los caminos de memoria, entramos en la llamada “zona de comodidad”.

Existe una frase que se le ha atribuido a Albert Einstein: “si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo” y esta es precisamente una reflexión que le pedimos a nuestros alumnos que hagan en el proceso de inmersión en coaching, ya que en síntesis lo que buscamos es llevarlos al “despertar” que los lleve a tomar una posición clara respecto de los desafíos que supone la vida diaria.Hoy queremos llevarle a que reflexione lo que usted sería capaz de lograr si se libera de sus miedos, de esos fantasmas que lo limitan y reducen, esos gigantes que usted mismo ha erigido quizá inconscientemente. Hasta dónde hubiera sido capaz de llegar a estas alturas de su vida si no tuviera esas talanqueras mentales. 

Ahora usted me dirá: “Bueno, yo no creo tener esos miedos de que habla”… pero tenga la seguridad que la mayoría de cosas que usted ha soñado, no las ha realizado. Cuántos proyectos no ha dejado en el camino. Cuantas ideas murieron antes de salir a la luz porque pensó que no eran posibles o temió la reacción de los que te rodean. Parafraseando al poeta alemán Hölderlin: “El hombre es un gigante cuando sueña, pero sólo un enano cuando piensa”.Y no me refiero con esto al soñador sin fundamento. 

El coaching te da herramientas de vida, de toma de decisiones, de desarrollo de ese olfato de triunfador que te lleva a un nivel superior de conciencia… no como algo esotérico o misterioso, sino sopesado, sentado en la realidad y el conocimiento de tu propio poder, de los principios que rigen al mismo universo y que te van a llevar a actuar, a moverte a ser.Todos deberíamos vivir un proceso de coaching, un real proceso que te adentre en aquello que te lleva a un mejor nivel de desempeño. A una claridad de lo que eres, de tu relación con el otro y con el todo. Recuerda, tú eres lo que quieres ser.